Estudiar la Biblia – La Palabra de Dios
La Biblia es para nosotros la Palabra de Dios. Es la única fuente confiable de la verdad. Si queremos conocer a Dios, debemos conocer su Palabra. Si queremos descubrir mentiras que han influido en nuestra vida, es indispensable leer su Palabra. Y si queremos entender qué enseñanzas o palabras proféticas realmente provienen de Dios, solo podemos verificarlas a través de la Biblia.
Dios habla de diversas maneras a los seres humanos, pero la forma más clara y confiable es su Palabra. Todas las demás formas de comunicación de Dios – ya sea a través de impresiones, sueños o palabras proféticas – deben ser medidas por la Biblia. Su Palabra es la norma que nos guía.
Para conocer mejor a Dios y crecer en la fe, es crucial leer y estudiar la Biblia regularmente. Hay innumerables razones por las que debemos conocer bien la Palabra de Dios como seguidores de Jesús:
- Nos muestra quién es Dios y cómo podemos tener una relación con Él.
- Descubre las mentiras que influyen en nuestra vida y nos da la verdad.
- Nos ayuda a diferenciar entre la verdad y el error.
Por eso queremos animarte a que hacer la lectura de la Biblia una parte fija de tu rutina diaria.
¿Cómo puedes leer y estudiar la Biblia?
- Comienza con una oración y pide al Espíritu Santo que te ayude a entender la Palabra de Dios.
- Escribe tus pensamientos sobre lo que has leído, por ejemplo, en un diario bíblico.
- Si recién comienzas a leer la Biblia, empieza en el Nuevo Testamento, por ejemplo, con el Evangelio de Lucas o Juan.
- Si deseas leer toda la Biblia, te recomendamos leer paralelamente en el Antiguo y el Nuevo Testamento – unos capítulos de cada parte cada día. Esto te ayudará a comprender mejor los contextos y hará que la lectura sea más variada, ya que algunos pasajes en el Antiguo Testamento pueden ser desafiantes.
Nuestro objetivo
Queremos animarte a leer la Palabra de Dios regularmente y estudiarla más profundamente. La Biblia no es solo un libro – es la Palabra viva de Dios que nos guía, transforma y nos lleva a la verdad. Haz de ella una parte fundamental de tu vida, y experimentarás cómo Dios te moldea y fortalece a través de su Palabra.